What a fucking tragedy

La vendedora me está haciendo brujería en éste momento. Yo sabía que eso de ir a desayunar con mi progenitora era muy lindo para ser verdad. Como el bar que ella quería no abría todavía me llevó a una tienda de ropa "para buscar el pulover que yo quería" como es normal o no me escuchó/no me escuchó bien/o no me dio bola no se daba cuenta que yo quería un buso, de tela, polar, whatever menos algo de lana. Odio los busos de lana. Esa picazón interminable en donde la lanita toca tu piel... la mina era insistidora, pero de esas vendedoras perseverantes. Ella o no notaba mi aversión hacia los vuelitos, el rosa, ese cuello caído espantoso o las mangas en las que entraban tres brazos mios. No la chica no lo notó, mi madre con sus preguntas:
Madre: te gusta éste? mirá de lindo que está.

Yo: no mamá no me gusta.
M: por que no te gusta? (levantando la voz obvio, no nos olvidemos de eso)
Yo: porque no, no me gusta. Yo no quiero de lana.
M y vendedora: pero si está re de moda!
Yo: (intentos desesperados) pero sí no tengo con que usarlos y no salgo lo suficiente ni a ningun lugar en el que pueda usarlo.

Y la vendedora sep use a desfilar con que usaba ella esos busos (tenia uno puesto, menos lo compro) y para donde y yo: e.e mi cara no pudo haber sido peor.

Al final sali de la tienda con una remera manga largas de modal (muy pegada para mi gusto pero señora dueña y señora de la casa decia que estaba bien que uso todo holgado) y una camperita de lana, si de lana! pero por lo menos no es rosa ¬_¬ y un arito de esos con plumas para el 15 de una prima.

El desayuno propiamente dicho estuvo bien, las cosas siempre se serenan cuando dentro de todo se sale con la suya.